El yoga durante el embarazo hace hincapié en un planteamiento que incluye tres aspectos: práctica de una postura que refuerza el cuerpo, control de la respiración que crea un equilibrio químico y emocional, y la meditación como forma de oración. Se cree que la combinación de estos tres aspectos estimula las propiedades curativas inherentes de cada persona, por eso te invitamos a conocer este post sobre yoga y parto.
El embarazo normal puede ser un buen momento para iniciarse yoga durante el embarazo, puesto que la mayoría de posturas pueden adaptarse a las modificaciones corporales que sufre la gestante.
Por otra parte, el trabajo de parto supone un reto físico y psicológico para la mujer, en el que juega un papel decisivo para su normal desenlace, la confianza en si misma y un entorno favorable y respetuoso.
Si se practican yoga durante el embarazo, te ayudara a optimizar el funcionamiento del útero durante el parto. BADDHA KONASANA y UPAVISTHA KONASANA son posturas extraordinarias pues ensanchan la cavidad pelviana y dilatan el cuello uterino.
Las contracciones del parto son naturales, son una especie de señal de los diversos músculos de la zona pelviana y zona adyacente. La mayor parte de la mismas van obviamente dirigidas a músculos del útero que se contrae y relaja en una serie de espasmos para lograr la fase expulsiva del parto. El miedo y la fatiga pueden agravar los dolores del parto y retrasarlo.
UPAVISTHA KONASANA
BADDHA KONASANA
En cualquier caso, practicar yoga durante el embarazo no garantiza un parto perfecto, ya que muchos eventos durante el mismo escapan a nuestro control, por lo que una parte esencial de un programa prenatal de yoga debe necesariamente ayudar a la mujer a mantener una “mente abierta” y a focalizar su atención en ella y en el bebé con independencia de cómo transcurra el parto
Bibliografía: yoga para la mujer