MASTITIS
Mastitis durante la lactancia
La mastitis es un cuadro frecuente y representa una importante causa de abandono de la lactancia materna.
Los factores más importantes para el desarrollo de mastitis son la retención de leche y el sobre crecimiento bacteriano. En la leche, existen sustancias proinflamatorias y elementos celulares activados que si permanecen tiempo en contacto con el epitelio de la glándula mamaria, pueden desencadenar una respuesta inflamatoria. Si, además, hay sobrecrecimiento bacteriano, puede producirse una mastitis aguda e, incluso, abscesos.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas son dolor mamario y signos inflamatorios (calor, rubor y eritema), y se asocia un cuadro sistémico de intensidad variable (temperatura superior a 38,5 °C, decaimiento, dolores articulares, escalofríos, náuseas… síntomas que recuerdan un cuadro gripal). Hasta en 80% de los casos, hay lesiones en el pezón (irritación, grietas).
Tratamiento
Para realizar un adecuado diagnóstico y tratamiento debe consultar a un médico el cual recetará antibióticos y antiinflamatorios, además este se enfoca en mantener la lactancia pero se le debe otorgar apoyo emocional para afrontar el dolor y la incomodidad a la madre. También se debe mantener una adecuada nutrición, hidratación y reposo, usar un sostén no apretado y evaluar si se puede aplicar calor local brevemente antes de la succión y compresas frías después para reducir el edema y el dolor, además de un adecuado drenaje del pecho. La extracción frecuente y efectiva de la leche es fundamental para tratar la mastitis .La extracción más eficaz se realiza con la succión del niño. La leche del pecho enfermo no supone riesgo para el lactante, por lo que la alimentación del pecho afecto no debería suspenderse nunca, salvo que el niño la rechazara por su mayor contenido en sodio.
Medidas preventivas
Para la prevención de estasis de leche, se requiere lo siguiente:
– Ofrecer el pecho a demanda sin limitar la duración de la toma.
– Evitar suplementos de fórmula sin indicación médica.
– Evitar ropa ajustada y posturas que compriman el pecho.
– Extracción tras la toma si el drenaje es incompleto o si fuera necesario administrar suplementos al bebé.
-Descanso adecuado de la madre.
– Higiene de manos y extractores.
-Tratamiento antibiótico de grietas sobre infectadas
Referencia:
Bibliografía: Dra. Blanca Espínola-Docioa,b, Dra. Marta Costa-Romeroa,c, Dra. N. Marta Díaz-Gómeza,d y Dr. José M. Paricio-Talayeroe,f. Mastitis puesta al día. Arch Argent Pediatr 2016;114(6):576-584 / 576