Ictericia neonatal – hiperbilirrubinemia indirecta
La ictericia es una de las condiciones más comunes que requieren atención médica en los recién nacidos y se refiere a la coloración amarillenta de piel y mucosas causada por la fijación de bilirrubina en el tejido graso subcutáneo; generalmente, se observa cuando los niveles séricos de bilirrubina son mayores o iguales a 5-7 mg/dl y aparece después del segundo día de vida como expresión de una condición fisiológica hasta en un 80% de los prematuros y en un 60% de los a término. Las causas de ictericia neonatal son múltiples y producen hiperbilirrubinemia directa, indirecta o combinada, de severidad variable.
La hiperbilirrubinemia se refiere al aumento de los niveles de bilirrubina total en sangre (≥ 2 mg/dl), como producto final de metabolismo del heme, componente esencial de la hemoglobina.
Los neonatos amamantados son más propensos a desarrollar ictericia fisiológica en la primera semana de vida y cerca del 10% son ictéricos al mes de vida.
La ictericia prolongada es generalmente inofensiva, pero puede ser un indicio de una enfermedad hepática grave.
Ictericia fisiológica
Se evidencia clínicamente después de las 24 horas de vida, usualmente entre el segundo y tercer día; en el a término, duración máxima de una semana; en el pretérmino, duración no mayor de 2 o 3 semanas.
Ictericia por leche materna
Existen dos cuadros clínicos según la edad de inicio de aparición de la ictericia:
Ictericia por lactancia materna: de inicio temprano en la primera semana de vida; el principal factor asociado es un bajo aporte calórico por ayuno o deshidratación que incrementa la circulación enterohepática de bilirrubinas; clínicamente hay pérdida de peso > 10% y disminución del gasto urinario y fecal; algunas veces requieren fototerapia; se resuelve al mejorar el aporte de leche materna y no es necesario suspender la lactancia.
Ictericia por leche materna: de inicio tardío, luego de la primera semana de vida, se alcanzan niveles máximos hacia los 15 días de vida, que regresan a la normalidad entre las 4-12 semanas de vida. Clínicamente es un neonato que come bien, con adecuada ganancia de peso, no se requiere suspender lactancia para el diagnóstico.
Ictericia patológica
- Ictericia que se presenta en las primeras 24 horas de nacido.
- Valores de bilirrubina por encima de los valores fisiológicos.
- Ictericia con producción de bilirrubina total mayor de 5 mg/dl/día.
- Ictericia prolongada mayor de tres semanas.
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Signos de enfermedad subyacente (vómito, letargia, pérdida de peso exagerada, pobre ingesta, distermias, apneas).
Recomendaciones de manejo
Recién nacidos de 35 o más semanas:
1. Fomentar lactancia materna exclusiva al menos 8 a 12 veces al día por los primeros días de vida.
2. Hemoclasi cación en todas las mujeres embaraza- das y recién nacidos. Si la madre es Rh negativa, está recomendado una prueba de Coombs directa (CD) del recién nacido.
3. La ictericia debe ser valorada con los signos vitales del neonato no menos de cada 8-12 h.
4. Reconocer la limitación de la evaluación visual, sobre todo en neonatos de piel oscura. La ictericia puede ser detectada por el blanqueamiento de la piel con presión digital, revelando el color subyacente de la piel y el tejido celular subcutáneo. Se debe realizar en una habitación bien iluminada o, preferiblemente, a la luz día de una ventana. Usualmente es vista primero en la cara y luego progresa caudalmente al tronco y extremidades, pero la estimación visual de los niveles de ictericia por el grado de ictericia puede llevar a errores.
5. Toma de laboratorios.