Un importante momento: El primer baño de tu bebé
Generalmente el primer baño de un RN es un tema que acarrea muchas dudas, miedos y ansiedad en los padres. Sin embargo, debemos verlo como un momento de disfrute, relajación y de conexión con tu bebé; lo cual incluso ayudará en su desarrollo.
Para el niño será una nueva sensación, por lo que en un principio puede que no sea de su agrado, pero poco a poco irá acostumbrándose y siendo algo placentero. Para que esto suceda de la mejor manera, debemos tener en cuenta algunas cosas importantes que te contaremos.
¿Cuándo?
Durante los primeros días el RN sólo necesita una limpieza simple con toallitas o algodón humedecido con agua tibia. Esto será así hasta 2 días aprox. después de que se ha caído y cicatrizado el cordón (Se cae alrededor de los 7 a 14 días de nacido), en este momento ya podemos meterlo al agua, así evitamos posibles infecciones en su ombligo.
También se recomienda que el baño sea antes de alimentarlo y posteriormente se duerma, ya que gracias al efecto relajante del agua, descansará mejor.
Preparación
Primero que todo, debemos estar enfocarnos totalmente en el baño, es decir, no estar pendiente de otras cosas y nunca dejarlo sólo. Para ello, debemos contar con un lugar físico con buena temperatura, sin corrientes de aire y espacioso para movernos con facilidad. Además debemos preocuparnos de tener a mano todo lo que utilizaremos en el baño y por sobre todo controlar la temperatura del agua, la cual debe estar tibia, entre 35° a 37°, ya que la piel del bebé es mucho más sensible. (Los expertos recomiendan evaluar la T° con el codo, ya que es un área más sensible para guiarnos).
En cuanto a la cantidad de agua, se recomienda entre 15 a 25 cm, para que el bebé tenga movimiento y a la vez quede apoyado sin riesgo de estresarlo ni de hundirse.
¿Qué necesitamos?
Algunos elementos necesarios: Esponja o paño suave, jabón neutro, aceite hipoalergénico o vaselina líquida, toallas, pañales, ropa, motas de algodón, mudador, y por supuesto una bañera. Sobre estas últimas, existen distintos tipos, según tamaño o modelo, algunos poseen incluso una malla o hamaca donde puede posicionar al bebe de forma más cuidadosa, pero sin impedir su movilidad. Los padres elegirán dependiendo de la comodidad y seguridad. Es importante que todos los productos sean certificados para bebés.
¿Por cuánto tiempo?
Se recomienda que sean baños cortos pero eficaces, no más de 5 minutos, mientras va acostumbrándose. Aunque es poco tiempo, debemos aprovechar al máximo de entregarle afecto, estimulando con esto su desarrollo.
Tampoco se requiere un baño diario, ya que en un principio se ensucian muy poco, por lo que 2 a 3 veces por semana es suficiente. Solo debemos poner atención al aseo en pliegues. Después de un tiempo podrá realizarse diariamente, convirtiéndose en rutina para relajarse y luego dormirse.
¿Cómo lo tomamos y bañamos?
Cuando todo esté listo, se introduce lentamente al bebé en el agua para evitar que se asuste, lo tomaremos con firmeza pero a la vez delicadamente, apoyando su cabeza en nuestro brazo y afirmando por debajo de la axila. Con la mano libre, jabonamos y enjuagamos con movimientos suaves en todo su cuerpo con especial cuidado con los pliegues (cuello, axila, manos, ingle, detrás de rodilla y dedos pies), ya que puede juntar suciedad e irritarse. Por último lavaremos la cabeza, ya que generalmente es la parte que menos le gusta, para ello, se recomienda bajar el brazo a lo largo de la espalda del bebé, afirmándolo desde las piernas y caderas, luego se apoya la cabeza en la parte interna de nuestro codo y con la mano libre aplicamos el shampoo especial de bebés y enjuagamos. Finalmente lo retiramos lento del agua.
Secado y finalizar
Al terminar el baño, lo cubrimos con una toalla y secamos de manera suave, sin frotar y nuevamente con especial atención en los pliegues, evitando lesiones por la humedad. Al terminar podemos cambiar a una toalla seca y comenzar a vestir.
Generalmente no se recomiendan talcos ni aceites especiales, ya que poseen una piel muy delicada. A menos que presentan resequedad o descamación de la piel (que puede ocurrir más adelante) aconsejando utilizar de preferencia vaselina liquida. Por último con cotonitos (nunca introducir profundo, sólo en forma superficial) podemos limpiar orejas y nariz y sus ojitos con motas de algodón húmedas.