El embarazo es una etapa de múltiples cambios tanto hormonales, emocionales, fisiológicos y físicos entre otros, por esta razón que es de suma importancia tomar en cuenta el estado nutricional preconcepcional como la ganancia de peso durante el embarazo.
Antiguamente se pensaba que durante el embarazo las necesidades nutricionales debían multiplicarse por dos, lo que llevo a un aumento de peso excesivo en la madre, incrementándose con ello los riesgos de producir patologías maternas y fetales, sin embargo se ha demostrado que al mejorar el estado nutricional antes, durante la gestación y en la lactancia materna, ayudara a prevenir complicaciones tales como: obesidad, diabetes gestacional, hipertensión, eclampsia, bajo peso nacimiento y malformaciones congénitas.
Cada vez es mayor el número de mujeres con deficiencias de micronutrientes (por ejemplo, de hierro y vitamina A); se cree que casi la mitad de todas las embarazadas del mundo padece anemia, y 9,8 millones de embarazadas sufren ceguera nocturna. Las deficiencias de micronutrientes de las madres pueden hacer que disminuya el peso del niño al nacer y poner en peligro el desarrollo y la supervivencia de este; la deficiencia materna de yodo está asociada a malformaciones congénitas y retraso mental en los niños, y en la India se ha señalado la relación entre la deficiencia de vitamina B12 y el aumento del riesgo de diabetes. Asimismo, la ingesta insuficiente de determinados ácidos grasos, como el ácido docosahexaenoico (DHA), puede afectar al desarrollo de los niños. Las mujeres obesas tienen mayor riesgo de complicaciones en el embarazo, como malformaciones congénitas o preeclampsia. En comparación con las mujeres con un índice de masa corporal normal. Las mujeres obesas, presentan concentraciones plasmáticas de glucosa más elevadas y sus fetos tienen concentraciones de insulina más altas. También se ha observado a menudo en ellas un aumento de peso excesivo durante el embarazo.
Las carencias de yodo y de ácido fólico en el periodo preconcepcional (tres meses antes y tres meses después de la concepción) están asociadas a una mayor prevalencia de defectos congénitos y retraso mental. La magnitud de la deficiencia de folatos en el mundo entero apenas se conoce, pues pocos países han estudiado la situación relativa al folato en al menos un grupo de población a nivel nacional, y la mayoría de los estudios nacionales se han realizado en América y Europa. En todo el mundo aparecen cada año defectos del tubo neural en unos 300 000 embarazos; con una ingesta adecuada de ácido fólico antes y al comienzo del embarazo, la incidencia de esos defectos disminuiría entre un 50% y un 70%.
La ganancia de peso durante el embarazo se ha estimado de acuerdo al Índice de Masa Corporal o IMC (IMC = Kg (peso) / Talla2). Para una mujer con un IMC normal, se estima una ganancia de peso promedio de 1,6 kg en el primer trimestre y de 0,44 kg por semana durante el segundo y tercer trimestre fluctuando de principio a fin entre 11 a 16 kg en total durante todo el embarazo. En el caso de mujeres con sobrepeso se estima una ganancia de peso promedio de 0,9 kg en el primer trimestre y de 0,3 kg semanales para el segundo y tercer trimestre. (Tabla 1)
Tabla 1: Ganancia de peso recomendado a mujeres según índice de masa corporal (IMC) al comenzar el embarazo
Estado Nutricional | IMC (kg/mt2) | Ganancia de peso durante el embarazo (kg) |
Bajo Peso | < 19,9 | 12,5 – 18 |
Normal | 20 – 24,9 | 11,5 – 16 |
Sobrepeso | 25 – 29,9 | 7 – 11,5 |
Obesa | 30 – 39,9 | 7 |
Obesidad Mórbida | > 40 | – |
Gemelos | Ignorar | 16 -20,5 |
Fuente: Dietary Reference Intake for energy, carbohydrate, fiber, fat, fatty acids, cholesterol (1).
1-Verónica Cornejo E., Sylvia Cruchet M., Capitulo 2. Nutricion en el ciclo vital, NUTRICIÓN EN EL CICLO VITAL, 2014. Editorial Mediterráneo Ltda., pags. 97 – 99.